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Mostrando entradas de 2016

Sobre crianza y vuestras falacias

Empiezo a estar bastante cansada, asqueada e indignada de ver cómo debatís la edad adecuada de las mujeres para ser madres. El respeto es fundamental, alegáis. ¿Y vuestro respeto? Vuestros artículos no se basan en el respeto, simplemente pretenden justificar una opinión derrumbando el resto, plantear la Verdad Única respaldándose en falacias patriarcales. Es más, dejad ya de meteos en la vida, decisiones y cuerpo de las mujeres. Que cada cual haga lo que estime más conveniente. No es debate de crianza, ni de salud. Es un continuo machaque a las mujeres y su libre capacidad de decisión. Si no, ¿por qué nunca cuestionáis la edad adecuada del hombre para ser padre? Y es que a nosotrxs, humanitxs, resulta que nos flipa criticar; criticamos a una madre joven, criticamos a una madre mayor, criticamos a una madre soltera, criticamos a la mujer que decide no ser madre, criticamos a las parejas del mismo sexo que deciden ser papás o mamás. Criticamos el aborto o la fecundación in

Ellas

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En la ausencia de su presencia, la luz de la más fiel compañera ilumina el camino, guía el destino. Lo construye ella, se apoya en ella, la acompaña su compañera. Nunca una luz tenue, dulce e intermitente ha hecho tanto por alguien. El sacrificio de su presencia, cíclico y holístico, durante 28 días se repite. Una amiga que se ilumina a gritos de armonía y paz. Calma. Respiración. "Pasa, túmbate, mímate, quiérete, disfruta". Otra amiga que se manifiesta al son de su compás favorito en cada momento. Al ritmo del 3x4, al compás de una bulería, al más puro estilo latino, con el cariño de una copa de vino y un poco de jazz. Y llega ella, con la sensualidad de una noche entre velas y el encaje oscuro y fino rodeando su cuerpo. Una pluma sobre su piel, los tacones y el contoneo, Un escalofrío por su nuca. El susurro de sus caricias. El placer de disfrutarse. Termina el ciclo con el roce entre sus dos últimas aliadas. Dualidades, sentimientos encontrados. La que pide gri

Filofobia (o por qué no haces lo que yo te impongo)

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Hace relativamente poco, discutía sobre el maravilloso mundo de la inmadurez sentimental . Inmadurez sentimental que nosotrxs y nuestros aparatos reproductores se encargan de catalogarla como tal, normalmente, por varios motivos muy establecidos: No tiene una relación de pareja estable desde hace tiempo.  Su relación de pareja no es heteronormativa.  Nunca habla de su futuro sentimental a largo plazo. No piensa en matrimonio o niñes.  Y si a estos ítems le sumamos que la persona que los cumpla sea un hombre , se nos enciende una luz de color rojo, muy ruidosa y estrambótica que nos indica que nos encontramos ante una persona con miedo al compromiso emocional (filofobia). Porque sí, porque nuestra lucecita se ilumina, porque nos parece que es eso, porque nos han educado para eso. [Dato: Lógicamente ese supuesto miedo al compromiso a las mujeres no nos pasa. Nosotras queremos enamorarnos, casarnos y parir como si no hubiese mañana. Desde bien pequeñas, además. ] C

Un amor que perdura

La perdurabilidad del amor es uno de los mitos mejor montados. No hay relaciones eternas, no hay amores eternos, pero sí hay amores que acompañan la eternidad. Un amor que perdurará en la piel, que dejará rastro en cada uno de los sentidos. Un amor que comenzó con una admiración discreta, un interés disimulado, unas ganas cohibidas. Un amor que implosiona una noche fría  malagueña de máximo apogeo. Más, quería más. Las caricias en sus consejos, los besos en sus palabras, los abrazos en cada minuto que nos dedica, los orgasmos que fusionan. El amor que día a día va a más, el amor que busca la felicidad, el amor que construye y destruye confianza y miedos. El amor que cogerías de la mano para huir sin rumbo fijo. El amor que concibe los cuidados. El amor que perdurará en el tiempo aunque quede exento.

Verano o Invierno

Hace no mucho una persona bastante especial escribió algo sobre mi o para mi en su blog. Quitando la parte emotiva y reparadora del mensaje, una de sus frases me hizo reflexionar bastante. Nos molestamos en intentar conocer personas sin conocernos a nosotrxs mismxs. Esa frase decía algo así como "ni siquiera sé si te gusta el verano o el invierno". Me hizo sonreír porque me pareció adorable esa forma de expresar el poco contacto que tenemos el uno con el otro pero de golpe, una campanita sonó en mi cabeza. No sé si me gusta más el verano o el invierno. Cosas básicas como gustos o preferencias personales muchas veces se nos escapan. No nos conocemos lo suficiente básicamente porque no lo intentamos. No intentamos pasar tiempo con nosotrxs mismxs, analizarnos, cuidarnos y querernos. Vivimos por nuestro trabajo, nuestra familia, nuestra formación o nuestro entorno social pero no vivimos ni sacamos tiempo para con nosotros. Tenemos en un continuo abandono a nuestro yo, a la p

Málaga

Me conquistó tu aroma cálido por las mañanas, tu fragancia fresca al atardecer. Me conquistaron tus besos húmedos con sabor a mar, tus abrazos libres como la naturaleza. Me conquista el olor a azahar e incienso, la melodía de tus calles al 3x4. Conquistada por tus vistas, por tus parejes, por tus paisajes. Conquistada por ese templo donde celebramos victorias y lloramos derrotas. Conquistada por ti, para ti y contigo. Enamorada de ti, Málaga querida.

Sobre estética y lingerie

Hoy vengo a hablaros de tetas. Mejor dicho, de vuestro problema con las tetas. A menudo se ha discutido sobre la cirugía estética y el aumento de mamas. Que vaya cosa más artificial, que eso es renunciar a la naturalidad de nuestro cuerpo, que si caemos ante el patriarcado... Necedades. Vuelvo a hacer hincapié en que cada mujer hace con su cuerpo lo que quiere, lo que le apetece, lo que le da la santa gana. Y siguiendo el tema de los pechos y cómo las mujeres decidimos lucirlos, paso a un tema que me toca mucho la peineta pero que se aleja de la cirugía. Resulta que si hay algo que vosotros y vosotras decidís que es más dramático en cuanto a tetas se refiere es la falsedad esa horrible de usar sujetadores con relleno. ¡Válgame el señor! ¡Cómo se nos ocurre! Hace unos días hablé en una de mis cuentas en cierta red social sobre un regalo de cumpleaños que había recibido, el  Banda Gioia  de Intimissimi. A mi que me encanta compartir con la gente que me lee las maravillas que adquiero

El Fenotipo del Amor

Muchas veces me han preguntado por qué soy fiel defensora del amor si no mantengo ninguna relación sentimental. ¡Agggg! Verdadero terror siento cada vez que me dicen algo por el estilo. Siento miedo, básicamente, porque me preocupa que sigamos viviendo, alimentando y criando una sociedad que relaciona, une y establece como base del amor las relaciones de pareja. Maduremos emocionalmente, por favor. El amor y amar, tantas maneras de hacerlas y todas tan válidas. Adoro amar, es más, como millones de veces he manifestado, para mi, el amor lo es todo. El amor es fuerza, pasión y coraje. El amor es alimento, oxígeno y vitalidad. El amor es vida y como vida que es hay que cuidarlo, trabajarlo y valorarlo. El amor es diverso. Es diverso es sus formas, en sus nombres y cantidades. El amor propio. El amor de los padres. El amor de las madres. El amor en la familia. El amor entre amigos y amigas. El amor de los animales. El amor de los hijos e hijas. El amor por los nietos y nietas. E

Amen sin tilde

A menudo me encuentro con conversaciones con amigos, amigas o conocidxs sobre sus vidas sentimentales. Dualidades cargadas de amargura. El quiero y no puedo, el quiero y no debo y el quiero y no sé cómo hacerlo. Estas cuestiones que nos asaltan no son más que meras barreras que nosotros mismos, como personitas emocionales, nos ponemos. Que sí, que nos las ponemos nosotrxs. Que la vida no es fácil, ¿cómo iba a serlo enamorarse? ¿Cómo pretendéis vivir una nueva aventura sin superar obstáculos?La vida son barreras que nos hacen sentirnos vivos, si no, rozaríamos la sencillez de la muerte. Soy fiel al amor propio, a mirar por uno mismo y eso por eso que defiendo de forma preponderante el 'let the river run'. Aventúrese a sentir como lema en mi bandera . Y es que no hay miedo que paralice más, ni miedo más irracional que el que nos invade cuando sentimos. Y sí, por supuesto, como era de esperar [ que lo he dicho al principio del post, no me seáis lumbreras ] hablo de l'amour.

Jueves

Hoy la ansiedad se ha apoderado de mi. Creía tenerlo claro, creía saber lo que quería. Creía saber que eso era realmente lo que necesitaba. Pero entonces, mientras estaba sentada en la oficina ha llegado mi Bollito paseada por el cochecito que empujaba su mamá. Esos ojos azules, esos mofletes apretujables y esos tres meses de vida que, sin duda, animan a querer vivir. "Ay, qué bonita está esta niña" y en menos de cinco segundos su mamá la ha cogido del cochecito y me la ha dado. Cuarenta minutos entre mis brazos. Miradas con las que me la comía. Besos achuchables, Cogerla así, cogerla asá. Ruidos adorables. Sonrisas que cautivan. Y varios intentos de que se fuese con Mamá. Y nada, Bollito manifestaba su descontento llorando cada vez que lo intentaban. Y yo el mío. No quería dejarla aún. No quería dejarla porque no sabía qué sentía, ni cómo lo hacía. O sí. Sí que lo sabía. Soy capaz de conocerme y conocer mis sentimientos y emociones, aunque no las reconozca. He tenido miedo

Del amor y otros tantos: Vivir en futuro

Una de las preguntas más complejas y existenciales a las que nos sometemos casi toda persona, al menos una vez en la vida, es la de por qué nuestra relación no funciona cuando nos queremos o amamos. Anoche hablaba de ello con un amigo [ de momento sin nombre asignado al Diccionario en Rouge ] y me ha hecho reflexionar bastante. Las relaciones no tienen por qué acabar por falta de amor. Del eres perfecto pasamos al quiero que cambies. Del estamos hechos el uno para el otro pasamos al no tenemos nada en común. Y esto, queridxs, es más común de lo que creemos. Uno de los mayores problemas que tiene el ser humano a la hora de gestionar una relación es ese ímpetu, esa manía persistente por querer convertir a una persona en lo que queremos que sea. Muchas veces nos enamoramos de una persona viviendo en futuro. Creemos que cambiará, que se amoldará a nuestros gustos y preferencias, que hará lo que nosotros esperamos. Que de ser una persona a la que le encanta viajar, pasará a ser una perso

Un barrio de mi corazón

Es muy complicado que me logre sentir como en casa en algún lugar. Llevo casi toda la vida viviendo en un ciudad rica por su sol, sus playas, su gente. Respiro el mar, huelo la vida y acaricio un clima que roza la perfección. Encuentro de todo lo necesario para vivir, para vivir bien. Familia, amigos, trabajo y enemigos. Lo que viene siendo un paraje casi idílico. No es mi casa. No es mi ciudad. No es mi barrio. No me transmite. No me transmite cariño. No me transmite amor. No me transmite vida. Mi vida. Hace no mucho tuve la posibilidad de vivir muy cerquita de un barrio malagueño que me cautivó. Sin tener mucho y teniéndolo todo. No sabría describir qué me enamoró de ese barrio. Que me conquistó de aquel compás. Tal vez su vida, tal vez la mía. Tal vez la comodidad, la seguridad, las risas y sonrisas, las caricias, el azahar, el olor más puro a Málaga. No entiendo de barrios, no entiendo de Málaga. Sólo pretendo acercaros a aquel precioso lugar que me hizo sentirme ubicada, senti

El trabajo doméstico

Hoy empiezo con una pregunta: el trabajo doméstico ¿está recogidos en las estadísticas referentes al Producto Interior Bruto (P.I.B.)? Os respondo yo. No. Por lo que no se considera que hayan de incluirse como trabajo que contribuya al crecimiento y desarrollo de un país. Es curioso, paradójico o, si se me permite, una estupidez, considerando que s i se tuviese en cuenta el trabajo que se desarrolla en el hogar, el PIB podría aumentar entre un 40% y un 55%. ¿Queréis datos? Tengo datos. Y datos que se remontan a años atrás, muy atrás: El trabajo doméstico no remunerado de Euskadi equivaldría al 28,7% del PIB en 2008 http://www. eustat.eus/elementos/ele0 006100/ti_El_trabajo_domestico_no_remunerado_de_la_CA_de_Euskadi_equivaldria_al_287_del_PIB_en_2008/not0006165_c.html#axzz1h04OAIg3   … María-Ángeles Durán: la mayor parte del tiempo de trabajo q se produce en el mundo se realiza y consume en hogares http://www. fbbva.es/TLFU/tlfu/esp/ noticias/fichanoticia/index.jsp?codigo=

Abandono

He decidido abandonar Twitter una temporada. No es un abandono total, ni un abandono perecedero. Sigo en la sombra, leyendo y faveando. Pero me limito a eso, evito entrar. Algunas de las personas que hay en Twitter han llegado a conocerme en persona, lejos de ese papel que tenemos en esa red social. Y, seamos sincerxs, la vida es muy distinta fuera del mundo virtual. La mayoría de las veces parece que el carajotismo se apodera de nosotrxs y no entendemos eso. Puta, guarra, despechada, calienta pollas y un sinfín más de adjetivos preciosos me han llegado a los oídos ojos últimamente. Que si hablo de sexo, que si hago con mi cuerpo lo que me da la gana, que si hablo con fulanito, que si tonteo con menganito, que si me tiro - suponéis que me tiro - a noséquién. Es decir, dedicáis vuestro tiempo, que imagino debe tener cierto valor, en intentar insultarme. Y diréis que lo han conseguido, han conseguido que me afecte lo que me digan. En parte sí, en parte no. A mi, personalmente, me la

Esclavitud monetaria

Hace poco hablaba con un hombre maravilloso [ remarquemos ] sobre el valor tan absurdo de le damos al dinero. Trabajamos para vivir pero vivimos trabajando. Intentamos acumular dinero para un futuro, para imprevistos, para nuestrxs hijxs. Cualquier dichosa frasecita que llevamos oyendo años. Ganamos dinero para seguir queriendo ganar dinero. Esa es la realidad. No podemos pasar al extremo de considerar el dinero algo superfluo. El dinero importa únicamente porque sin él, en esta sociedad capitalista, viviríamos como nuestros paisanxs de África y Asia a los que damos la espalda y condenamos en la miseria No obstante, valoramos el dinero de tal manera, con tal ansia que dejamos a un lado las mejores cosas de la vida. Y ya no me voy a remontar a la frase tópico de que 'las mejores cosas de la vida no valen dinero' , eso para quien lo crea. Pero sí abogo fuertemente por disfrutar. Haced con vuestro dinero lo que queráis. Gastad, invertir, ahorrar, perder, ganar, pero nunca dej

Un año después

1 de febrero de 2015, visita a Cudeca. Esa segunda madre, esa mujer que me había criado, que me había llevado de un lado para otro, que me había consentido, estaba sufriendo. Ese día estaba mejor, algo más lúcida, todos se alegraban. Yo ahí lo supe. Mi princesa se iba. La besé, la abracé, le dije que la quería y ella a mi también. No tenía que decirle nada. Ni ella a mi. Sobraban las palabras. Me fui de allí aliviada. Aliviada porque iba a descansar en paz, porque se lo merecía después de una vida de tanto trabajo y angustias. Se lo merecía por ser la mejor compañera, madre, abuela y mujer del mundo. Todo el mundo la quería y eso, también me hacía feliz. Me fui de allí triste porque sabía que sería la última vez que iba a cogerme de la mano, la última vez que iba a escuchar su "mi niña". 2 de febrero de 2015, horas después de haberla dejado allí, mi valiente se fue. Un año hace que no estás entre nosotros y para mi, parecen siglos de lo mucho que te echo de menos. Hoy

Declaración de felicidad

Una mente enferma, una mente insana, una mente triste. Eso he sido durante los últimos años. Mentiras Depresión Tristeza Ansiedad Relaciones tóxicas Dependencia Baja autoestima Inseguridad Mala salud. He sido todo lo que no quiero ni deseo. Desde hace unos meses todo esto ha ido desapareciendo. Desde hace unas semanas me siento yo. Me siento mujer. Me siento viva. Alegría Confianza Cariño Respeto Salud Libertad Autoestima Seguridad Desde hoy tengo ganas de comerme el mundo, de disfrutar de las personas de mi alrededor, de crecer laboralmente, de progresar como persona, de cuidarme, de quererme, de mimarme. Quiero sonreír, quiero plantarle cara a los problemas, quiero sentirme bien. Gracias a todas las personas que han estado y/o están en este camino tan largo y duro. Gracias a los grandes profesionales que me ayudan a superarme, a crecerme, a sonreír. Gracias a mis amigxs que me han aguantado y cuidado. Gracias a mi madre por arroparme. Gracias a todxs los que

Noches de Luna Llena

Noche del sábado veintitrés de enero. Una cena en la azotea. Dos copas de vino. Risas y roces. Se aproxima el plenilunio del mes. Inicia el tiempo de juego. Caricias por tu espalda. Besos por tu cuello. Gemidos desde tu boca. Las manos de él emprenden el camino hasta tus bragas. Te rozan y te acarician, Sientes sus dedos dentro mientras te giras buscando su boca. Besos apasionados. La Luna abrazando vuestros cuerpos desnudos. Quieres más. Empiezas a rozar tu culo con su pene. Él hace círculos. Círculos con su glande en la entrada de tu vagina. Una vagina cálida y húmeda que desea sentirla dentro de ella. Placer. Está dentro. Te mueves suave, Te muerde el cuello. Llevas su boca hacia tus pezones. Quieres que siga mordiendo. El movimiento se intensifica. La respiración se acelera. Te pega contra la pared. Agarra tu culo con una mano. Con la otra, un pecho. Fuerte. Muerdes su cuello. Te pega más contra él. Más rápido. Más profundo Ebria de placer. Orgas

Cielo y cosquillas

Eran las doce de una cálida y soleada mañana del peculiar invierno malagueño. Ese día Marta quería cuidarse, quería disfrutar. Se lo merecía.  Salió de su casa sin rumbo previo pensando que conforme paseaba decidiría qué hacer. Pasó por delante de aquella cafetería del barrio, de esas de toda la vida, con su maravillosa terraza y allí se sentó. "Póngame un sombra, cuando pueda" le pidió al camarero que la regentaba desde que ella tenía memoria. Y así, se perdió entre las páginas de un libro al que le tenía ganas desde hace tiempo. Tantas que sólo levantaba la vista para observar el cielo que la arropaba ese día; azul, sin nubes, cálido y tranquilo. Calma y paz.  Una de las veces que interrumpió su lectura para contemplar aquel portentoso día, se percató de algo. Una mesa más para allá, había un hombre haciendo lo mismo. Un hombre que le llamó la atención. No era especialmente guapo pero lago de él le atraía. Él, levantó la mirada del libro y la miró. Una sonrisa breve y co

Racionalmente emocional

Hoy mi parte racional y mi parte emocional se han enfrentado. Mi parte racional quería alegrarse. Mi parte emocional se ha hecho daño. Mi parte racional quería sentirse liberada. Mi parte emocional se ha visto presa por la angustia. Mi parte racional quería mantener la calma. Mi parte emocional quería llorar sin consuelo. Mi parte racional está aburrida de esta historia. Mi parte emocional sigue avivando el fuego. Mi parte racional se ha decepcionado al ver mi presente. Mi parte emocional ya sabía lo que pasaría. Mi parte racional pide a gritos matar a la otra parte. Mi parte emocional se declara inocente. Mi parte racional está agotada físicamente. Mi parte emocional está agotada psicológicamente. Ambas partes coinciden en una cosa. La culpa no es de ellas sino mía por no saber gestionarlas.