¿Y qué si está gorda?

El otro día viendo unas fotos que unas amigas y yo nos habíamos echado en una paradisíaca playa gaditana se nos ocurrió (cómo no) comentar nuestros cuerpos. Le dije que una de las fotos que me había hecho me gustaba bastante; salía de espaldas, con un paisaje precioso, en bikini y con un sombrero. Una de ellas dijo que sí, que salía muy bien y que le gustaba "y eso que eres una chica con curvas". Pues sí, tengo curvas, tengo un pecho tamaño medio, poca cintura, muchas caderas y mucho culo. Y estoy orgullosa. No me considero una chica delgada y no busco serlo. Me gusta mi cuerpo.
El problema llega cuando no queremos ver lo evidente. Me gusta mi cuerpo sí, sé que no soy delgada ni estoy dentro de los cánones de belleza. Tengo estrías y si no me hidrato bien y cuido un poco mi cuerpo retengo líquido y aparece mi amiga la celulitis. También tengo varias cicatrices de guerra y muchos lunares. La flacidez también se deja asomar por mi cuerpo, para qué negarlo. Y bien, me sigue gustando mi cuerpo. Me sigo viendo bella.
Llegar a ese punto, donde eres capaz de describir tu cuerpo sin tapujos, ni problemas no es sencillo. Cuesta mucho trabajo de autoestima y amor propio. Yo es que me quiero mogollón.
Otro factor que influye es lo mucho que nos engañamos. Una de mis amigas nos dijo que no le gustaba ninguna foto porque "estoy gorda" y nosotras, como si le hiciésemos un favor decimos "qué va, tía, estás bien". ERROR. ¿Por qué negamos lo evidente? ¿Por qué no le decimos que está gorda si realmente lo está? ¿Se va a asustar? ¿Y qué si está gorda? ¿Debe ser menos feliz por ello? Ella una chica gorda y acomplejada por la sociedad machista, se refugia en los falsos comentarios de sus amigas para falsamente sentirse mejor. Sabe que es mentira, sabemos que es mentira y no se siente mejor.
Condicionamos demasiado nuestras vidas, nuestra felicidad, a unos cánones de belleza patriarcales que ningún bien nos hacen. Da igual rubia, morena, pelirroja o con el pelo azul. Da igual alta o baja. Da igual gorda o flaca. Da igual con estrías o sin estrías. Todas y cada una de nosotras tenemos que respetarnos por igual y apoyarnos para acabar y derribar los estereotipos machistas que nos rodean.

Vuelvo a insistir
Trabaja tu autoestima.
Quiérete.
Cuídate.
 Rompe con los estereotipos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El aceite de Orégano

Perdurabilidad Pt. 1

Un amor que perdura