Cuando quererse no tiene lugar en nuestro día a día

Hoy me ha llegado el primer e-mail del nuevo proyecto que tengo entre manos. Me han sugerido que, dado que siempre hablo de la importancia del amor propio, escribiese sobre este y allá voy.

Quererse a uno mismo es, sin duda, uno de los pasos fundamentales para llevar una vida más sana y más propensa a experimentar momentos de felicidad.

El conjunto de percepciones, pensamientos, evaluaciones, sentimientos y tendencias de comportamiento dirigidas hacia nosotros mismos, nuestra manera de ser, los rasgos de nuestro cuerpo y nuestro carácter están relacionados directamente con la importancia de la autoestima. Esta afecta a nuestra forma de ser y a la percepción de nuestra valía personal, por lo tanto, afecta a nuestro comportamiento y a la manera en la que nos relacionamos con los demás.

Cuando te mires al espejo, debes recordar que a esa persona que ves debes amarla y respetarla. Si no tenemos amor propio y respeto por nosotros mismos, podemos llegar a sentir que nuestra red familiar y social tampoco nos lo tienen (aunque sea una falsa creencia).

Pero no es tan sencillo. Hay que trabajar ese amor por uno mismo y seguir unos pasos básicos:
  1. Ser autocríticos sin llegar a la negación sobre uno mismo. Una cosa es analizar los fallos que cada uno cometemos, juzgar incluso los actos, y otra muy distinta es desarrollar un pensamiento negativo sobre nosotros mismo. Todo el mundo puede cambiar y para ello hace falta establecer confianza y pensamientos positivos sobre sí mismo.
  2. Perdónate a ti mismo. Aunque analicemos nuestros errores hay que recordar que, como he mencionado en el punto anterior, que hay que hacerlo de cara un cambio positivo. Y no hay mejor forma para empezar el proceso de cambio y crecimiento que perdonándose a uno mismo. 
  3. Sé benévolo contigo mismo y con tu mente. A menudo aparecerán pensamientos negativos con el fin de estropear el proceso en el que estás trabajando. ¡DETÉN ESOS PENSAMIENTOS! Hay muchas técnicas psicoterapéuticas para frenar los pensamientos negativos, pero lo principal es tener paciencia y no desesperar por tener desvíos en el proceso. Los cambios son suaves pero progresivos. 
  4. Resistencia. Con frecuencia sentirás que lo que estás haciendo por trabajarte a ti mismo es una estupidez o simplemente no te verás capaz. Encuentra maneras de apoyarte bien sea con ayuda profesional, de las personas que te rodean o de ambos a la vez.
  5. Elógiate. No pretendas que nadie venga a decirte lo bien que lo estás haciendo, lo muy cambiado o cambiada que te notan y lo orgulloso que están de ti. Es un error ya que no estás trabajando tu autoestima para ellos sino para ti mismo/a. Además, posiblemente haya variaciones que tú percibas y esas personas no con lo que puedes sentir que tus esfuerzos no son los suficientes. Felicítate a menudo con cada pequeño progreso que hagas y recuerda que tú eres el beneficiario/a de todo esto.
  6. Deshecha los patrones conductuales que con anterioridad te hacían más daño que beneficio y empieza a sustituirlos por los que crees que te hacen bien. Tal vez con ciertos cambios no aciertes y tengas que volver a establecer otros patrones. Pero no te preocupes, es totalmente normal e incluso necesario. 
  7. La técnica del espejo. Muchos pensaréis que es una estupidez y os equivocáis. Pero no pasa nada, vosotros también sois humanos. Mirarse frente a un espejo es bastante simbólico a nivel psicológico y espiritual. Es la mejor manera de ponerse en frente de uno mismo y poder observarnos "desde fuera". Expresar en voz alta las críticas que nos tenemos, conversar con nosotros mismos, perdonarnos y dejar fluir el sentimiento creciente de amor es muy necesario e importante. Y no hay nada mejor que hacerlo que mirándonos a los ojos. Personalmente, recomiendo que dos veces al día (mañana y noche) nos pongamos frente al espejo y nos recordemos cuánto estamos luchando por ese cambio y cuánto nos queremos.
  8. Reflexiona. Es verdaderamente importante pensar antes de actuar y después. Muchas veces actuamos por impulsos y parece que no hay nada que hacer. Y lo hay. Hay que aprender a pensar y comunicarnos con nuestra mente antes y después. Meditar sobre por qué han aparecido los pensamientos negativos (una vez que ya se han detenido, ojo) o analizar por qué me he sentido mal conmigo mismo en cierto momento es importante para trabajar poco a poco con nosotros mismos.
  9. Descansa tu cuerpo y tu mente. El proceso de cambio interno, de fortalecimiento de las cualidades y del pensamiento, será largo y necesitará estar provisto también de salud física. Cuida tu nutrición e intenta realizar alguna práctica al aire libre.
  10. Y lo fundamental... Quiérete y empieza a hacerlo ahora. No esperes a valorarte hasta que adelgaces, empieces a salir con alguien o te sientas bien contigo mismo. ¡¡Quiérete ahora y disfruta de ti mismo!!


Comentarios

Entradas populares de este blog

El aceite de Orégano

Perdurabilidad Pt. 1

Un amor que perdura