Cuando quererse no tiene lugar en nuestro día a día
Hoy me ha llegado el primer e-mail del nuevo proyecto que tengo entre
manos. Me han sugerido que, dado que siempre hablo de la importancia del amor
propio, escribiese sobre este y allá voy.
Quererse a uno mismo es, sin duda, uno de los pasos fundamentales para
llevar una vida más sana y más propensa a experimentar momentos de felicidad.
El conjunto de percepciones, pensamientos, evaluaciones, sentimientos y
tendencias de comportamiento dirigidas hacia nosotros mismos, nuestra manera de
ser, los rasgos de nuestro cuerpo y nuestro carácter están relacionados
directamente con la importancia de la autoestima. Esta afecta a nuestra forma
de ser y a la percepción de nuestra valía personal, por lo tanto, afecta a
nuestro comportamiento y a la manera en la que nos relacionamos con los
demás.
Cuando te mires al espejo, debes recordar que a esa persona que ves debes
amarla y respetarla. Si no tenemos amor propio y respeto por nosotros mismos,
podemos llegar a sentir que nuestra red familiar y social tampoco nos lo tienen
(aunque sea una falsa creencia).
Pero no es tan sencillo. Hay que trabajar ese amor por uno mismo y seguir
unos pasos básicos:
- Ser autocríticos sin llegar a
la negación sobre uno mismo. Una cosa es analizar los
fallos que cada uno cometemos, juzgar incluso los actos, y otra muy
distinta es desarrollar un pensamiento negativo sobre nosotros mismo. Todo
el mundo puede cambiar y para ello hace falta establecer confianza y
pensamientos positivos sobre sí mismo.
- Perdónate a ti mismo.
Aunque analicemos nuestros errores hay que recordar que, como he
mencionado en el punto anterior, que hay que hacerlo de cara un cambio
positivo. Y no hay mejor forma para empezar el proceso de cambio y
crecimiento que perdonándose a uno mismo.
- Sé benévolo contigo mismo y con
tu mente. A menudo aparecerán pensamientos negativos con
el fin de estropear el proceso en el que estás trabajando.
¡DETÉN ESOS PENSAMIENTOS! Hay muchas técnicas psicoterapéuticas para
frenar los pensamientos negativos, pero lo principal es tener paciencia y
no desesperar por tener desvíos en el proceso. Los cambios son suaves pero
progresivos.
- Resistencia. Con
frecuencia sentirás que lo que estás haciendo por trabajarte a ti mismo es
una estupidez o simplemente no te verás capaz. Encuentra maneras de
apoyarte bien sea con ayuda profesional, de las personas que te rodean o
de ambos a la vez.
- Elógiate. No
pretendas que nadie venga a decirte lo bien que lo estás haciendo, lo muy
cambiado o cambiada que te notan y lo orgulloso que están de ti. Es un
error ya que no estás trabajando tu autoestima para ellos sino para ti
mismo/a. Además, posiblemente haya variaciones que tú percibas y esas personas
no con lo que puedes sentir que tus esfuerzos no son los suficientes.
Felicítate a menudo con cada pequeño progreso que hagas y recuerda que tú
eres el beneficiario/a de todo esto.
- Deshecha los patrones
conductuales que con anterioridad te hacían más daño que
beneficio y empieza a sustituirlos por los que crees que te hacen bien.
Tal vez con ciertos cambios no aciertes y tengas que volver a establecer
otros patrones. Pero no te preocupes, es totalmente normal e incluso
necesario.
- La técnica del espejo. Muchos
pensaréis que es una estupidez y os equivocáis. Pero no pasa nada,
vosotros también sois humanos. Mirarse frente a un espejo es bastante
simbólico a nivel psicológico y espiritual. Es la mejor manera de ponerse
en frente de uno mismo y poder observarnos "desde fuera".
Expresar en voz alta las críticas que nos tenemos, conversar con nosotros
mismos, perdonarnos y dejar fluir el sentimiento creciente de amor es muy
necesario e importante. Y no hay nada mejor que hacerlo que mirándonos a
los ojos. Personalmente, recomiendo que dos veces al día (mañana y noche)
nos pongamos frente al espejo y nos recordemos cuánto estamos luchando por
ese cambio y cuánto nos queremos.
- Reflexiona. Es
verdaderamente importante pensar antes de actuar y después. Muchas veces
actuamos por impulsos y parece que no hay nada que hacer. Y lo hay. Hay
que aprender a pensar y comunicarnos con nuestra mente antes y después.
Meditar sobre por qué han aparecido los pensamientos negativos (una vez
que ya se han detenido, ojo) o analizar por qué me he sentido mal conmigo
mismo en cierto momento es importante para trabajar poco a poco con
nosotros mismos.
- Descansa tu cuerpo y tu mente. El
proceso de cambio interno, de fortalecimiento de las cualidades y del
pensamiento, será largo y necesitará estar provisto también de salud
física. Cuida tu nutrición e intenta realizar alguna práctica al aire
libre.
- Y lo fundamental... Quiérete y
empieza a hacerlo ahora. No esperes a valorarte hasta que adelgaces,
empieces a salir con alguien o te sientas bien contigo mismo. ¡¡Quiérete
ahora y disfruta de ti mismo!!
Comentarios
Publicar un comentario